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Suelos

 
Dada la enorme variabilidad de condiciones altitudinales, geológicas, geomorfológicas y ecológicas que caracterizan el gran paisaje de la Sierra, es apenas lógico esperar también una amplia gama de suelos, cuyas diferencias morfológicas y composicionales son un claro reflejo de los cambios en los factores y procesos de formación. Así, condicionados por la altitud y el clima, por la naturaleza litológica del substrato y por la estabilidad relativa de las laderas en los diferentes pisos altitudinales a medida que se desciende desde los 5.700 mts, hasta el nivel del mar, se encuentran sucesivamente a saber:
  • Litosuelos superficiales, de texturas fragmentadas, marginales para todo uso por su extrema fragilidad.
  • Suelos poco a moderadamente profundos, generalmente interferidos por contactos líticos, ácidos, distróficos, con epipedones úmbricos más o menos gruesos.
  • Suelos menos lixiviados y/o menos ácidos, en posiciones intermedias o más bajas, de climas menos fríos o cálidos, ocasionalmente eutróficos.

Estos últimos casos sin embargo representan situaciones más bien locales, por cuanto lo general en la mayor parte de los subpaisajes y posiciones altitudinales de la Sierra a lo largo de todas sus vertientes, es el predominio de los suelos recientes, poco evolucionados, fuertemente lixiviados y extremadamente deleznables frente a los procesos de erosión y de denudación general, que permanentemente actúan sobre los suelos, particularmente cuando en ellos la cubierta boscosa natural es reemplazada por cultivos y/o pastos o por la acción aún más nefasta de una ganadería con un pastoreo incontrolado.

Por debajo de los 3.000 msnm, en los diferentes pisos altitudinales, los suelos son utilizados con cultivos de pancoger, tales como plátano, yuca, maíz, y pasto con ganadería extensiva. No hay una amplia concentración de la población en alturas mayores al cinturón cafetero, puesto que no existe una sola cabecera municipal localizada dentro de esta zona, debido a lo escarpado del relieve.

Entre la margen oriental de la Ciénaga Grande de Santa Marta y el piedemonte de la Sierra Nevada, se desarrolla la actividad agroindustrial, principalmente dedicada a los cultivos de banano y palma africana y en su parte occidental, en el sector más próximo al río Magdalena, tiene asiento actividades agrícolas y ganaderas promisorias.

CIENAGA GRANDE DE SANTA MARTA.

Predominan los suelos clase VI – VII. Son suelos relativamente "frágiles", con poco desarrollo genético, de fertilidad muy baja en algunas áreas, pobremente drenados y pantanosos, que se cubren con agua salada o salobre. Gran parte de esta zona son áreas acuáticas marinas y lagunares que tradicionalmente han sido explotadas pesqueramente de una forma artesanal de subsistencia. A través del desmonte de los bosques y por desecación de caños y ciénagas los suelos son utilizados en ganadería y cultivos.

En las partes no inundadas parte occidental y suroccidental de la ecoregión en los municipios de Sitionuevo, Remolino (específicamente a lo largo de los Caños Agua Negras y Renegado), Salamina, El Piñón, Pivijay y Cerro de San Antonio se desarrolla como principal actividad la ganadería extensiva. También, se desarrolla la horticultura como principal actividad económica, alternando con la cría de aves, porcinos, bovinos y caprinos.

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